Si notas que no estás a gusto con lo que haces y ves que lo tuyo no es seguir órdenes, probablemente tengas las características de que estás listo para saber como emprender. Además seguro tienes sueños de éxito e ideas innovadoras.
Debes saber que emprender no es para cualquiera, pero cualquiera puede convertirse en uno si es realmente lo que desea, pues emprender, implica entregar las cosas al máximo.
A continuación te presentamos ocho pasos que te ayudarán a emprender con éxito
Escribe las ventajas y desventajas
Antes de lanzar todo por la borda, es importante que estés consiente de las ventajas y desventajas de emprender. Considera tus finanzas, es importante que te encuentres estable en cuanto a tus finanzas personales, además de tener ahorrado dinero extra que puedas invertir. Identifica esas cosas que te hacen fuerte, como la capacidad de soportar demasiado estrés, comisionar asuntos, dirigir a las personas y por supuesto vender más. No olvides escribir eso que te perjudica, es posible que tengas una excelente idea en cuanto a un negocio, pero si desconoces el funcionamiento de los negocios, no podrás impresionar a muchos.
Piensa diferente
Si en tu mente lo único que quieres es dejar de ver a tu jefe, ir a unas vacaciones eternas mientras generas mucho dinero para comprar lo que se te antoje, estas en un error. Primero, mentaliza que antes de ser exitoso, viene una temporada de sacrificios, desvelos y crisis de todos los tipos. Emprender de ayudará a formar un carácter, cuando notes que ya no eres la misma persona te sentirás orgulloso de ti mismo lo que indicará que estas en el camino correcto.
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Analiza a tu público
No te dejes llevar por la idea de que ya conoces los gustos de las personas a las que deseas llegar. La mejor forma de saber sus gustos es acercándote a las personas y un estudio de mercados es la mejor forma de hacerlo, de esta forma podrás preguntarles acerca de sus gustos, ingresos, hobbies, edades, entre otras cosas. Además es importante que estés enterado de las cosas que suceden tanto en la sociedad como en el mundo virtual, pues muchos de los negocios se desarrollan a través de la red.
Considera los riesgos
Siempre hay un momento en el que entiendes que la vida es todo un riesgo, y que debes sacrificar muchas cosas para poder ser el mejor, así también esta el momento en el que entiendes que debes detenerte. Invertir todo tu dinero y fracasar, puede provocarte una gran decepción que incluso no te permita volver a intentarlo. Antes de todo esto, necesitas planificar tus movimientos y las decisiones que vas a tomar, pero sobre todo, nunca olvides lo que hay en juego.
Crea un plan
Es hora de que todas las clases en las que debías imaginar que tienes una empresa, comiencen a dar frutos. Aunque muchas personas en el mundo tengan la misma idea que tú es importante que te mentalices y creas que tu empresa es algo que ofrece servicios o productos nuevos e innovadores. Todo debe estar perfectamente planeado, desde el organigrama, hasta las proyecciones del futuro.
No descartes el marketing
Muchos negocios comienzan esperando que la gente llegue sola, pero aunque tu negocio sea el más revolucionario debes encontrar la manera de llegar a los clientes por que ellos no van a venir a ti. Son muchos los negocios que fracasan día con día por no buscar a un especialista en marketing y publicidad. Si quieres que tu negocio de verdad crezca debes encontrar a alguien que sepa como y donde posicionar tu marca.
Crea un discurso de elevador
Debes tener siempre muy en claro la idea de tu negocio, qué haces y cómo beneficia a tus posibles clientes. Esto debe ser claro y preciso y durara menos de dos minutos. El nombre del discurso surge de la idea de que si un día encuentras en un elevador a un cliente potencial, deberías ser capaz de decirle todo acerca de tu negocio mientras éste se encuentra en movimiento.
No te rindas
Es seguro que caerás muchas veces, pero es importante que no te des por vencido. Aunque creas que la mejor idea que has tenido en tu vida no valió la pena, no olvides que se trata de una lección de vida. Hasta las personas con más éxito tuvieron fallas a la hora de querer triunfar.