Trabajar con la autoconfianza es algo vital para llevar a cabo tus propósitos e incluso para plantearte nuevos proyectos.

Pero ¿qué es la autoconfianza?

Es la capacidad de confiar en tu energía interior, sentirte seguro y en calma, estar atento, centrado y enfocado, ser coherente contigo y con los demás, reconocerte y ser tu mismo sin complejos, descubrir para lo que eres bueno y también para lo que no, pero sobre todo es escuchar tu voz interior para aceptar tus errores, mejorar tus virtudes y proyectar confianza al mundo.

Aunque en esta confianza también puede haber enemigos que la ataquen directamente y estos son los saboteadores internos, ellos se encuentran dentro de tu cabeza, son molestos, no te dejan avanza e influyen en tus emociones y acciones, hacen que pierdas la confianza, fuerza e ilusión; si te dejas llevar por ellos quedaras sumergida en hábitos dañinos y no desarrollaras tu máximo potencial. A continuación te mostrare algunos de estos saboteadores:

Miedo

Este es el que más daño puede hacerte y también a los que te rodean, frena tus capacidades para transformar y crear, bloquea tus pasos y no permite que liberes tu interior. Y por si esto no fuera poco, el miedo es el principal amigo del amor, así que entre más miedos, mas inseguridades tendrás y junto con ellas barreras y muros sociales, alimenta la desconfianza y te quita el poder personal para alimentar los prejuicios directamente en tus relaciones.

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Estrés

Si no le pones freno, acabara contigo y no hablo únicamente del estrés externo, hablo también del interno, con el que te sientes preocupada, alterada, desenfocada, irritada, enfadada, nerviosa y revuelta, altera todo tu sistema nervioso y pierdes la calma para centrarte en tus objetivos

Negatividad

Este saboteador aparece justo cuando comienzas a hacer algo nuevo y diferente en tu vida. Su función es recordarte que cambiar la rutina tiene muchos peligros e intentara convencerte recordando todos tus errores, los fallos que has tenido y lo que todos hacen mejor que tú. Programa tus decisiones con frases como “no puedo”, “no voy a cambiar”, “no creo en mí mismo”, “soy un desastre”. Alimenta la esperanza, tristeza, la frustración y sentimientos de derrota.