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El hígado paga las emociones negativas

Emociones negativas

Siempre nos han recordado que es malo para el hígado: una mala alimentación, los malos hábitos por la contaminación y todos los tipos de sustancias tóxicas que nos rodean. Y aun así, muchas personas que cuidan de ellas mismas y que previenen este tipo de factores, presentan problemas de hígado. El hígado se ve afectado por las emociones negativas , el enojo reprimido o la tristeza.

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Lo que esconde el hígado

Según la antigua medicina chinas, los órganos están relacionados con las emociones. Por ejemplo, el pulmón está relacionado con la tristeza, y los riñones con el miedo.

En el caso del hígado, es la cólera y la frustración las que operan con las emociones que no deberíamos esconder, porque es así como afectan directamente al hígado, de la misma manera que si comiéramos un plato cargado de grasas poco sanas.

Las emociones como el rencor, la amargura y el nerviosismo, que afectan al hígado igualmente.

Un sentimiento reprimido puede provocar el bloqueo del hígado, lo que genera mayor irritabilidad y muchas molestias físicas (tensiones musculares en el cuello y los hombros, dolor de cabeza, problemas de visión)

Fácilmente nos podemos encontrar en una situación que puede formar una enfermedad crónica, si continua en el tiempo.

 

Aprendamos a cuidar nuestras emociones y cuerpo

No reprimir emociones no es tan sencillo como parece, y las personas que las sufren continuamente lo saben. Es difícil cambiar nuestra forma de ser frente a diferentes situaciones de la vida. A menudo, vemos a personas que encadenan crisis de cólera y el sentido común nos hace decir que es algo muy poco sano, puesto que incluso el corazón puede verse afectado.

Si tú tienes problemas en el hígado, además de seguir el tratamiento que indica tu médico, podría ser de utilidad hacer un cambio en la forma en que ves la vida.