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“Dale, dale, dale”

Hace apenas unos días leí una reflexión que me hizo darme cuenta que el país en el que vivimos está en una situación mediocre y que esto, definitivamente tiene mucho que ver con la educación que recibimos y damos en casa.

Sigue leyendo esta historia de ” Dale, dale dale “.

En una fila para darle a la piñata, se puede aprender muchas cosas:

1.- Está la mamá que le dice a su hijo “ponte aquí”, sacándolo de la fila y jalándolo del brazo para colocarlo hasta enfrente, brincándose a los demás.
2.-Otra mamá pide que pasen a su hijo primero, porque ya se van.
3.- Una mamá más que, disimuladamente deja que sus hijos se metan a la fila.
4.- Un niño que le grita al organizador: “señor, se están metiendo a la fila”
5.- Un señor organizador que no le hace caso al niño que grita que se estaban metiendo.
6.- Una mamá que se aguanta el reclamar, por no generar incomodidades y que después de larga espera para ver a su hijo golpear la piñata, ve como el organizador canta lo más rápido que puede el “dale, dale” y le retira el palo.
7.- Una mamá que no tiene a su hijo esperando para darle a la piñata, pero se para al frente de la fila con su bebé en brazos, pone orden y organiza la fila.

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Y así, los hijos van aprendiendo que:

1.- Se vale hacer trampa y pasar por encima de los demás.
2.- Que su tiempo vale más que el de los otros.
3.- Que puedes hacer el mal si los demás no se dan cuenta.
4.- Que si denuncias no te escuchan.
5.- Que una autoridad no siempre es justa.
6.- Que callar no siempre es buena opción y que respetar no siempre hace que te respeten.
7.- Que no todo está perdido.

Algo tan sencillo como la fila para el “pegarle a la piñata” nos puede enseñar muchas cosas.

Como padres debemos estar conscientes que la educación empieza en casa y que, si queremos un país de bien, debemos formar unos hijos de bien.