En la vida, la mujer está llena de capacidades para lograr el éxito y llegar a superar a los hombres, sin embargo, al llegar a la edad adulta se encuentra con una realidad totalmente diferente, comúnmente siendo amas de casa, secretarias y ocupaciones sin estímulos o poco remuneradas.
Hoy en día es claro que existe una discriminación hacia la mujer y esto tiene mucho que ver con su éxito, ya que, si la sociedad misma disminuye los impulsos hacia el éxito generando patrones de comportamiento o modelos a seguir, a otras mujeres que tiene ganas de crecer les quitan la motivación o simplemente las rechazan.
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La motivación es el papel más importante que nos dará pie para lograr una vida exitosa, y si lo pensamos bien es muy diferente la motivación dirigida hacia un hombre que a la de una mujer lo cual genera una “barrera interiorizada contra el éxito”.
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Teorías construidas para explicar las fuerzas evolutivas demuestran que la mujer más que estar motivada para el éxito, lo que las mueve es la aprobación, aunque la motivación para el éxito varía de acuerdo a diversas situaciones como lo es el caso de la competitividad. En las mujeres la competencia no es un detonante, como en el caso de los hombres.
Es posible que las diferencias de género en relación al éxito dependan de la edad y de la etapa de desarrollo por que el éxito puede ser una causa de ansiedad suprimiendo, durante algún tiempo la motivación para obtenerlo. Pongamos un ejemplo, una chica que entra a la universidad con buen promedio y tiene altas expectativas de ser doctora, encuentra al chico de sus sueños. Él no está pensando casarse con una doctora, él quiere una ama de casa y madre de sus hijos competente, como enfoque principal. En cambio, la mujer puede que haya entrado en ansiedad cuando estaba en la edad de casarse, pero una vez “cumplido” su papel femenino, es que expresara sus ganas para lograr el éxito retomando sus estudios. En esta relación entre la motivación para el éxito con la etapa de desarrollo, en consecuencia, puede afectar la compatibilidad entre la feminidad y el éxito.
Concluyendo que, lo que en las mujeres parecen necesidades de aprobación, pueden ser necesidades de éxito expresadas de manera adecuada al género. Las diferencias de género respecto a la motivación pueden depender de la etapa de desarrollo y situación en la que se prueban.